Puede que The Division no sea el juego más esperado de 2016, pero yo aún tengo esperanzas sobre él. Todo lo que he leído sobre su mundo online y siempre vivo, de la manera en la que quieren retratar Nueva York, de su jugabilidad, de sus opciones de personalización y de sus gráficos me llaman la atención. Luego quizá sea un churro, pero mi atención la tiene. Es por cosas como la climatología dinámica, por ejemplo, que The Division puede ser un juego de estos que te dejan flipado en un primer momento.
¿Y a qué me refiero con esos palabros? Simplemente a cómo va cambiando el tiempo a medida que pasan las horas y los días dentro del mundo de The Division, pues no es lo mismo estar en Nueva York en enero, con un frío de narices y con nieve hasta las rodillas, que estarlo en un buen día soleado donde no hace demasiado frío y se puede caminar con relativa facilidad por la Gran Manzana postapocalíptica. Esto es lo que se puede ver en el gif que Massive y Ubisoft han publicado en un post sobre la tecnología del motor Snowdrop. Aquí lo tenéis:
Ubisoft comenta que las tormentas, por ejemplo, reducirán muchísimo la visibilidad de los jugadores y de los NPCs y que hará la detección de enemigos y la distancia de disparo mucho más corta. Y si la noche cae sobre nuestro personaje, es posible que nos movamos en la total oscuridad porque la luz escasea en los rincones más oscuros.
Parece que Ubisoft y Massive han apostado fuerte por crear unas sensaciones con su juego de disparos, y aunque aún falta bastante para poder probarlas en persona – The Division se lanza en marzo –, espero que el espectáculo gráfico no sea lo único que se pueda salvar de él.