22/11/2024
Blizzard después de Titan
Blizzard está a punto de lanzar Warlords of Draenor tras la cancelación de Titan. ¿Y luego, qué? ¿Cuál es el futuro de la compañía y qué proyectos prepara?

Cuando uno habla de una compañía como Blizzard no se puede ser objetivo. Más, claro, tratándose de una con cuyos títulos has crecido como jugador y como profesional de la prensa especializada. Pero esto tampoco tiene intención de ser un panegírico…

Blizzard después de Titan
Tras la cancelación de Titan, ¿qué tiene Blizzard en desarrollo?

Hace unas semanas saltaba la noticia de que el desarrollo de Titan se cancelaba. El MMO nunca anunciado oficialmente, pero del que Blizzard había dado pistas sobradas, cuando no cierta confirmación extraoficial -algo extremadamente raro para ellos-, nunca verá la luz. No, al menos, en la forma en que se estaba creando.

Aunque Mike Morhaime dejó unas cuantas declaraciones, así como Chris Metzen, sobre las razones para detener el desarrollo y mandar Titan al archivo de proyectos inacabados de Blizzard, ninguna de ellas era clara ni precisa, y todos los argumentos eran bastante genéricos y ambiguos, algo que no es casual –¿quizá para no dar pistas de sus próximos pasos?–, a buen seguro.

Los rumores sobre el coste de tal decisión fueron lo siguiente en aparecer circulando por la red. Según estimaciones de los analistas del mercado, Blizzard podría haber perdido cerca de 50 millones de dólares. Es algo que, por descontado, la compañía no va a confirmar nunca, pero supongamos que es cierta. O, al menos, aproximada. Es posible que muchos de nosotros pensemos que tampoco es algo excesivo para Blizzard, que en sus «peores» horas aún continúa con cerca de siete millones de jugadores de World of Warcraft, que pagan religiosamente sus cuotas mensuales, y que esos 50 millones no suponen un perjuicio tan grave.

Son 50 millones. Para cualquier compañía es un coste enorme. Enorme.

Pero lo que sí es cierto es que Blizzard es una compañía única. Muy diferente de otras. Y en algo que, precisamente, siempre se han distinguido es en la búsqueda de la excelencia. Si no están contentos con la calidad, prefieren tomar decisiones drásticas -y gravosas- a lanzar cualquier cosa que manche su reputación o su catálogo. Y no es que no hayan lanzado auténticas castañas. Hace años, eso sí. Pero ahí están ejemplos que siempre permanecerán en la historia como ese «Death And Return of Superman». Todos tenemos un pasado.

Pero estas decisiones de cancelar proyectos en desarrollo, y bien avanzados, no es nueva en Blizzard. Lo hicieron con Warcraft Adventures –nunca me cansaré de confirmar que lo vi, lo jugué en las oficinas de Blizzard y no sólo estaba acabado sino que era una aventura estupenda; pero no lo bastante según Blizzard–. Lo volvieron a hacer con StarCraft Ghost. Diablo III tiró tres proyectos completos a la basura porque no cumplía con el estándar de calidad de Blizzard, antes de aparecer como lo conocemos hoy –y pese al fiasco de la Casa de Subastas–. Y ahora le ha tocado el turno a Titan.

Lo que Diablo III pudo haber sido...
Así pudo haber sido Diablo III, aunque este fue uno de los diseños cancelados por la compañía.

Cuando la mayoría de compañías, hoy, en el mejor de los casos retrasan el lanzamiento de un juego unos cuantos meses porque, sencillamente, no llegan a tiempo para cumplir fechas y acaban lanzándolo como sea, o directamente lanzan productos que precisan de parches desde el primer día, se agradecen estas actitudes. Y mi sensación es que no apreciamos realmente lo que significa. Nunca sabremos cómo iba a ser Titan, y posiblemente es mejor así. Blizzard no se ha dedicado a vendernos la moto de una revolución en el mundo MMO; no ha enseñado nada porque no ha querido o porque no tenía nada que enseñar. Y lo que sabemos es que el juego, en su criterio, no tenía la excelencia buscada. Ya está.

Titan ya es historia de Blizzard. No así del videojuego. Mientras pensamos lo que podría haber sido, Warlords of Draenor está a punto de ver la luz. Menos de 15 días faltan, y la de World of Warcraft sí es Historia real y viva. La cuestión, en realidad, es qué va a hacer Blizzard desde 2015 en cuanto a novedades, a títulos inéditos. Sus grandes sagas parecen cerradas… ¿o no? No es de esperar a corto plazo una nueva entrega de Diablo. Parece que World of Warcraft –aunque, lógicamente, el soporte seguirá activo todo el tiempo necesario– cierra también su recorrido con Warlords of Draenor. ¿StarCraft III? Quizá a medio plazo. Pero en 2015 no es probable, y es que recordemos que aún queda una entrega de StarCraft II por ver la luz.

Warcraft Adventures, antes de su cancelación
Warcraft Adventures fue otro de los proyectos cancelados por Blizzard, por su calidad final.

Sabemos que en 2015 tiene que llegar Heroes of the Storm, el MOBA que cada vez tiene mejor pinta. Y que habrá novedades en HearthStone, más lo recién dicho de Legacy of the Void… No es poca cosa, pero parece que para una compañía como Blizzard se queda corto. ¿Qué hay después? Otro MMO, según dicen, no está en los planes. Y esos “proyectos pequeños” de los que hablaban en Blizzard, ¿qué son?

La ausencia de novedades no implica más que eso. Quizá alguno piense que Blizzard está de capa caída para su año I d.T. No me cuento entre ellos. No sé qué se traerán entre manos para el futuro, pero algo tienen, seguro. Y cuando lo anuncien… seguro que será bueno y nos dejará sorprendidos. ¿No crees?