Dwarf Fortress es uno de esos juegos que son más raros que un perro verde, no solo por lo extraño de su propuesta, sino por el año en el que se lanza y, sobre todo, por el éxito cotejado pese a esta rareza. Porque resulta que es un juego que parece creado hace 20 décadas, pese a su lanzamiento en 2006, y porque solamente emplea texto en 2D y en ASCII para generar su mundo procedural. Bueno, hasta ahora, que gracia con unos mods, se le ha dado un mundo isométrico en pseudo-3D.
El juego desarollador por Bay 12 Games, que en realidad se llamaba Slaves to Armok: God of Blood Chapter 2: Dwarf Fortress, y no es coña, ha ido recibiendo un buen puñado de mods que han modificado su aspecto. Una utilidad denominada Stonesense, lanzada en 2009, convertía el texto en ASCII de Dwarf Fortress en un 3D estático e isométrico, pero en una pantalla completamente separada de la ventana principal del juego, donde se iban sucediendo los acontecimientos. Stonesense es parte de una colección de mods y utilidades para el juego realmente útil llamada DFHack.
Ahora, el modder Japa Illo parece haber creado un plugin extra llamado RenderMax que habría que añadir a Stonesense para integrar una tecnología de renderizado a la última versión de Dwarf Fortress. ¿Y qué hace este mod? Pues ni más ni menos que renderizar en tiempo real y en 3D todo lo que va ocurriendo en la pantalla principal del juego. Ahí es nada.
Mientras tanto, Dwarf Fortress sigue su desarrollo y el mes que viene lanzará una nueva versión para Linux, Mac y PC.