Últimamente, se habla mucho de los parches que reciben los videojuegos porque, seamos honestos, son el maná venido del cielo en una época en la que la mayoría de títulos se lanzan incompletos y con fallos gordísimos. Sin embargo, aún existen rinconcitos muy recónditos donde los parches son simples cambios y mejoras que se van haciendo a un juego a medida que este evoluciona, gana más jugadores y se adapta a las nuevas exigencias de la comunidad o a la necesidad de nuevo contenido. Es el ejemplo de DOTA 2, que no es un juego pequeñito que digamos y que con su parche 6.84 ha introducido unos cambios a su fórmula que han entusiasmado a sus jugadores.
¿Y de dónde viene este entusiasmo exactamente? En resumen, se han hecho muchos pequeños cambios que, individualmente, no significarían nada, pero que en conjunto aceleran bastante las partidas, pues se ha limitado el farmeo matando personajes manejados por la IA y se han aumentado las recompensas cuando lo que se mata son héroes enemigos. Esto empuja a los jugadores a correr más riesgos, a atacar antes y a luchar entre sí más que esperar a ser fuertes para hacerlo.
Igualmente, se ha multiplicado el valor de destruir un edificio enemigo. Y con multiplicado, hablamos de casi duplicar la recompensa de destruir un barracón enemigo, por ejemplo.
Por último, se han introducido un total de 8 nuevos objetos. Uno de ellos es un homenaje al recientemente fallecido autor Terry Pratchett y los otros siete son objetos que aún se tienen que analizar más en profundidad, pero que de momento están modificando las partidas por el simple hecho de que todos los jugadores los seleccionan para aprender a usarlos y ver qué efectividad real tienen en el campo de batalla.
Si eres fan de DOTA 2, no hay mejor momento que este para viciarse, pues los servidores están ardiendo de actividad.