Epic Games es, desde hace un par de años, una empresa que (casi) únicamente se encarga de desarrollar un motor 3D, eso sí, uno de prestigio: Unreal Engine. El problema es que hay otras plataformas de desarrollo de juegos en 3D que ahora mismo se consideran mucho más accesibles y baratas: Unity y CryEngine.
Quizá por eso la nueva directiva de Epic Games quiere apoyar el desarrollo de la herramienta de modelado 3D (entre muchas otras capacidades) de software libre Blender, para que la comunidad de programadores implemente parte de las funcionalidades que ahora mismo están integradas con el propio motor. También puede que quieran enlazar el flujo de trabajo de modelado desde la herramienta con la edición de niveles en el conocidísimo UnrealEd.
De esta manera, el coste total de desarrollo con la tecnología de Epic Games se reduciría, al evitar el uso de software muy costoso como 3DS Max o Maya (casi 5.000 € por una licencia perpetua para un diseñador), y podría competir con el ubicuo —entre los desarrolladores indies— Unity y el motor que parece haberse plantado firmemente como el candidato perfecto para los proyectos con un presupuesto medio, CryEngine. Algunos de los títulos que se están desarrollando con la última versión de CryEngine son: Evolve, lo último de The Chinese Room —Everybody’s Gone to the Rapture— y el esperadísimo, si nos fiamos de su campaña de Kickstarter, Kingdom Come: Deliverance. Como ves hay desde proyectos indies hasta un futuro peso pesado del multijugador online: Evolve.
Epic Games ya no es una desarrolladora de videojuegos
Recordemos que de todas las divisiones de Epic ya sólo se espera un juego —Fortnite— que además se ha ido al 2015. Tras los abandonos de la directiva (Mike Capps) y la cabeza creativa (Cliff Bleszinski), la venta de los derechos sobre la serie Gears of War a Microsoft y el fin del desarrollo de la serie de videojuegos móviles para iOS Infinity Blade, Epic debe centrarse en su motor para sobrevivir como empresa. Que lo hagan financiando uno de los proyectos más interesantes —y cuyo desarrollo require más esfuerzo— en el mundo del software libre y de código abierto, siempre es bienvenido.