Ya está disponible el primer DLC de Dragon Age Inquisition, algo que, con toda seguridad, muchos de los fans del juego de BioWare estaban esperando como agua de mayo. Nosotros, al menos, teníamos ya ganas de poder continuar con nuestras aventuras por Thedas, más allá de Ferelden y Orlais, y conocer qué hay después de nuestra aventura como Inquisidor. Aunque, en realidad, deberíamos decir conocer lo que le pasó al último Inquisidor y de un dragón que intentaba cazar y que… bueno, mejor eso lo descubriremos jugándolo, ¿no? La cosa es que si te interesa, ya lo puedes conseguir en Origin.
Más allá de lo conocido en Dragon Age Inquisition –si es que has acabado el juego y te has recorrido todos los destinos de Orlais y Ferelden– te espera un nuevo territorio, lleno de montañas y densos bosques. Es el escenario en que se desarrollan las aventuras del último Inquisidor y el dragón al que perseguía, y que se convierten en el nuevo mundo fantástico del juego en el DLC Fauces de Hakkon.
Sí, tu personaje en Inquisition es el mismo, pero persigues descubrir el misterio del destino de tu predecesor. En esta nueva zona también descubrirás a los Avvar, una tribu de cazadores relacionada con la desaparición del Inquisidor, así como una fortaleza de Tevinter que oculta una peligrosa sorpresa. También podrás encontrar armas y armaduras legendarias, desvelar parte de la historia oculta de la Inquisición y hasta enfrentarte a un antiguo y poderoso dios. No está mal, ¿eh?
Fauces de Hakkon, como ya imaginarás, es un DLC orientado al juego individual, así que sólo encontrarás eso. Es, en realidad, un añadido de una nueva zona en la que cumplir varias misiones y explorar con libertad el nuevo escenario. Eso sí, pese a que no es de los DLC más caros que hemos visto, tampoco es de los baratos, ya que hay que soltar 15 euros para su descarga en Origin. Allí tienes más detalles e imágenes, aunque te dejamos ahora con el tráiler oficial como aperitivo y, la verdad, es que es de lo más apetecible. Bueno, son 15 euros, pero en una tarde de cine con palomitas ya nos gastamos más, ¿no?