101 Ways to Die es la prueba de que Gamescom no es sólo una feria para las grandes compañías –que, por cierto, en sus primeros anuncios y conferencias no están enseñando nada nuevo desde el E3, excepto algún que otro tráiler–, sino para los jugadores, esencialmente, y para estudios de todo tamaño, como Four Door Lemon, los creadores de este indie de plataformas que hace del humor negro y de un gore de dibujos animados su razón de ser.
Bueno, el gore de dibujos animados por antonomasia es, sin duda, el de Rasca y Pica –¿o es Pica y Rasca?–, pero como esto no es Los Simpson, sino Gamescom 2014, y hablamos de juegos y no de series de TV –aunque a veces sus caminos se crucen–, 101 Ways to Die es un representante más que notable de un estilo que gusta a los amantes de la casquería y el humor negro. Como dicen los chicos de Four Door Lemon, no se trata de matar, sino de hacerlo con estilo.
Asumiremos el papel del ayudante de un doctor chiflado y algo malvado, el profesor Splatunfunder, en la tarea de recuperar su libro de recetas, aunque no se trata de recetas de cocina, sino para masacrar enemigos de forma estilosa. Y el nombre el libro es… ¡exacto!, 101 Ways to Die.
Los 30 niveles del juego permitirán modificar el entorno, jugar con la física, usar plataformas y diversas máquinas para despachar a los enemigos del profesor. En cierto sentido, es como si jugaras a Trine, pero en plan sangriento y con bastante más mala leche, y como en el juego de Frozenbyte, no habrá una manera únia de superar cada nivel. En pocas palabras, cuanto más arte le eches, más bonus y recompensas.
Sí, 101 Ways to Die no es el típico juego que te esperas ver en una feria, pero desde luego es un juego del que uno se acuerda con el tiempo. Four Door Lemon espera tenerlo listo para el segundo trimestre de 2015, y en principio se distribuirá a través de Steam.