I Have No Mouth and I Must Scream es un relato de ciencia ficción de Harlan Ellison que en la década de 1990 se convirtió en una genial aventura gráfica de la mano de Cyberdreams y The Dreamers Guild. Ahora, vuelve a la actualidad al convertirse en un nuevo título del catálogo de juegos clásicos de GOG.com, y está disponible desde hoy para su descarga, por menos de 5 euros. ¿Te apetece disfrutar de una aventura con mensaje?
Genocidio, paranoia, locura, Inteligencia Artificial, remordimientos, culpabilidad, moralidad… Estos y otros temas se mezclaban de forma magistral, gracias a la mano del genial Harlan Ellison, en uno de sus relatos más celebres, I Have No Mouth and I Must Scream. En la década de 1990 Cyberdreams y The Dreamers Guild lo adaptaron a videojuego como una aventura gráfica y el paso no pudo ser más afortunado. Tan bueno fue el resultado, que el propio Harlan Ellison aceptó aparecer en el juego poniendo voz a uno de los más insospechados protagonistas, AM, un ordenador con una IA superior que mantenía esclavizados a los últimos supervivientes de la especie humana en el centro de la Tierra.
Si no conoces el relato, en resumen trata de la esclavitud a la que AM, una IA, somete a los cinco últimos miembros de la humanidad. No se trata de unos humanos cualesquiera, sino que todos ocultan oscuros secretos entre los que se encuentran algunos de los temas antes mencionados. Benny, Nimdok, Ellen… representan la parte oculta que todos tenemos en mayor o menor medida, y las torturas a las que AM los somete encuentran su justificación en que la máquinas son mejores que los humanos, para el ordenador, y ninguno de ellos –de nosotros– tiene posibilidad real de redención. Las decisiones morales y éticas no son pocas en esta pedazo de aventura.
I Have No Mouth and I Must Scream aparece en formato original descargable en GOG.com incluyendo voces originales en español –aunque puedes descargar la versión en el idioma que quieras, claro– y cuesta menos de 5 euros. Por un clásico como éste, sin DRM y localizado totalmente a nuestro idioma, la ocasión la pintan calva, ¿no crees?
