No voy a negar que las gráficas de Nvidia son la leche porque sería mentir, pero su política de precios no me entra en la cabeza. Por un lado, venden la GTX 970 a un precio fantástico, que es bueno incluso pese a que sus 4GB de VRAM no son tal cosa al final; pero por otro, ni cortos ni perezosos, intentan colar la nueva Nvidia Titan X por un precio altísimo: 999 dólares, que no sabemos cómo se traducirá posteriormente en euros, pero que ya nos lo imaginamos. ¿Merece realmente la pena pagar tantísimo por ella? Pues bueno, los primeros análisis se han publicado y hay muchas comparaciones curiosas.
La primera pregunta es evidente: ¿ofrece la Titan X potencia suficiente con esos 12 GB de VRAM que lleva dentro? Desde luego, pocas gráficas pueden mover Battlefield 4 en resolución 4K y con las opciones gráficas en Ultra con picos de hasta 60fps por segundo, si bien sufre bajadas a 40. Esto, señores, es una auténtica burrada. Más o menos, esto se repite en todos los juegos contemporáneos, y la conclusión es evidente: permite jugar a 4K, pero la verdad es que no termina de moverlo todo, todo, todo a la perfección. Nadie puede, claro.
Sin embargo, si se compara con gráficas de la casa AMD, esos 999 dólares empiezan a parecer un precio muy alto a cambio de jugar a 4K. Sin ir más lejos, la R9 295×2 ofrece un rendimiento superior o muy superior en las comparaciones que se han hecho. Esta gráfica cuesta entre 200 y 250 dólares menos, aunque posiblemente puede derretir la carcasa de tu ordenador por la potencia que exige. Titan X, más cara y con peor rendimiento que la R9 295×2, gana en consumo de watios, eso es así.
Eso sí, aún está por ver qué lana AMD para competir con las nuevas gráficas de Nvidia. Los rumores apuntan a que la R9 390X dejan en ridículo a su competencia por un precio menor.
