Parece que las ventas de The Witness van bien, y eso no es moco de pavo. A pesar de ser el segundo juego de Jonathan Blow, el creador del siempre bien citado Braid, los juegos indies llevan un tiempo un poco de capa caída. El problema no es que no se publiquen los suficientes, sino que hay tantísimos que el mercado anda un poquito saturado y ya no es tan fácil tener un título rentable y que te conceda fama como hace tres o cuatro años.
Quizá por esa razón, estoy haciendo esta noticia sobre las ventas de The Witness, que según el propio Blow, va camino de superar las ventas del primer año de Braid en tan solo una semana.
Aunque no puede dar más detalles sobre el asunto por culpa de los contratos confidenciales que debe haber firmado con Sony para su lanzamiento en PlayStation 4, ha acudido a Twitter para decir que: 1) ha vendido más que Braid en un año en solo una semana; 2) aún no ha superado a Braid, pero es una muy buena noticia aún así; y 3) su próximo juego podrá ser tan grande o más grande que The Witness, que ha costado unos 6 millones de dólares en total.
También hay que tener en cuenta que The Witness está haciendo frente a una piratería elevada. Es algo que el propio autor ha reconocido y que sin duda se debe al precio del juego: casi 40 euros. ¿Es elevado? ¿Está bien? Yo solo sé que los he pagado y que estoy satisfecho de narices con lo que estoy obteniendo a cambio, y eso es lo importante al final, valga lo que valga un videojuego. Obviamente, primero comer y vestirse, pero si podéis pagar por juegos sin muchos problemas, yo lo recomiendo a pesar de su precio ‘alto’ para ser indie.
