No hay nada como una buena base de fans para que el futuro se pueda cambiar; en este caso, el futuro de Silent Hills, el anunciado/deseado/esperado/cancelado juego de horror de Guillermo del Toro y Kojima, que ha quedado representado para la posteridad –salga finalmente o no– con la imagen digitalizada del rostro de Norman Reedus, el actor de la serie de TV de The Walking Dead. No ha pasado ni una semana desde la cancelación oficial del proyecto y ya hay una base de más de 100.000 fans que han firmado una petición online para que el desarrollo vaya adelante. No es mala cosa, aunque sabiendo que no es la primera vez que Guillermo del Toro cancela un proyecto, ya veremos qué pasa…
Poco más de siete días –desde que se conoció la cancelación de Silent Hills– ha necesitado la petición online de change.org que subió Yauheni Zinkevich para sumar cien mil firmas. Y es que parece mentira que tan solo una demo –espectacular, terrorífica y ya desaparecida de la nube para PS4– junto a los nombres de Kojima y del Toro bastaran para crear una legión de jugadores ávidos por un proyecto que, a día de hoy, no ha pasado de eso. La pregunta ahora es si realmente la avalancha de firmas online será suficiente para que los implicados en el mismo retomen la idea y el desarrollo del que pretendía convertirse en un punto de inflexión del survival horror, combinando como nunca las virtudes de los medios del videojuego y el cine.
Hay veces que las peticiones de los fans han surtido efecto, con adaptaciones para PC de juegos que originalmente no se esperaban, de series de TV que se cancelaron y volvieron a emitirse… ¿Ocurrirá lo mismo con Silent Hills? Bien es cierto que 100.000 fans en una semana no es moco de pavo, pero también que parece que la situación actual, en la que Konami está en un momento, cuando menos, inestable, que la relación entre la compañía y Kojima parece rota totalmente, y que del Toro anda enfrascado en sus proyectos cinematográficos –la secuela de Pacific Rim, Crimson Peak, la continuación de The Strain, etc.– además de que no es la primera vez que un proyecto del mexicano se va a pique –En las Montañas de la Locura–, parece que repunta, se vuelve a ir a pique, etc. ya veremos qué ocurre con el proyecto de Silent Hills y si, finalmente, no se queda todo en agua de borrajas.