Equipamiento clave y gran autonomía
La CPU Haswell
El StudioMX 174G está equipado con un procesador de la cuarta generación de procesadores de Intel Core, concretamente el modelo Core i7-4700MQ. Los Haswell para portátiles no sólo mejoran el rendimiento respecto a la generación anterior sino que, sobre todo, hacen un uso mucho más eficiente de la energía, limitando el consumo (y el calor generado) de modo que se prolonga notablemente la autonomía, aspecto fundamental en un portátil de altas prestaciones. La CPU se complementa con 8 GB de memoria RAM DDR 3 en configuración de doble canal.
Discos SSD y HDD
El almacenamiento del StudioMX 174G consta de un disco SSD SATA, –idóneo para instalar el sistema operativo garantizando un arranque inmediato– y otro disco HDD de 750 GB de capacidad. También destaca la bahía OneStep, que permite instalar un disco HDD o SSD de 2,5″ en cuestión de segundos, con una operación de lo más sencilla. Por supuesto, cuenta con una unidad óptica compacta, que permite leer DVDs.
Sonido de alta definición
El sonido del MOUNTAIN StudioMX 174G está a cargo del sistema Sound Blaster Cinema de Creative con certificación THX. Ofrece sonido de alta definición, junto con sus dos altavoces de 2W.
Pantalla LED Full HD
La imagen está a cargo de una pantalla de 17’3 pulgadas TFT LED con resolución de 1920×1080 nativa. Podrás aprovechar la capacidad FullHD para ver tus películas y aplicaciones sin problemas. Para el procesamiento de los gráficos, el equipo cuenta con dos GPU. Una de ellas está integrada dentro de la CPU del equipo, (Core i7-4700MQ) con en todos los Haswell. Se trata de una GPU Intel HD Graphics 4600 muy capaz que, por si sola, podría apañárselas bastante bien para manejar la mayor parte de los juegos actuales, con niveles de calidad y detalle aceptables.
GPU NVIDIA GeForce GTX 765M
Sin embargo, cuando se trata de un juego con altos requisitos, el StudioMX 174G recurre de un modo automatizado a la GPU NVIDIA GeForce GTX 765M de 2 GB GDDR5, que está dedicada a este propósito. La GPU GTX 765M ofrece un rendimiento brutal, impresionante para tratarse de la gráfica de un portátil. Gracias a la arquitectura Kepler, (con el núcleo GK106 en este caso) y la característica de overclocking automatizado GPU Boost 2.0, puedes contar con un rendimiento a la altura de los sobremesa contemporáneo.
Lo mejor es que no tienes que complicarte la vida. El equipo te permite conmutar entre una u otra GPU si lo deseas… Pero si no, él solito se encarga de seleccionar la GPU más apropiada para cada aplicación: la HD Graphics 4600 –que consume menos– o la GeForce GTX 765M, cuando lanzas un juego. Este mecanismo de conmutación está a cargo de la tecnología Nvidia Optimus 2013. Y por supuesto, funciona de tal manera que no aprecias el más mínimo salto o parpadeo ni nada… No sabrías qué GPU está en uso de no ser por la luz de testigo VGA que está sobre el teclado, indicando en verde que la HD Graphics 4600 se hace cargo y pasando al naranja cuando el sistema Nvidia Optimus 2013 interviene para pasarle los bártulos de los gráficos 3D a la GeForce GTX 765M cuando arrancas un juego. ¡Una solución genial, vaya!
Autonomía
La batería intercambiable de este equipo de MOUNTAIN consta de un módulo de 8 celdas Smart Lithium-Ion (iones de litio) que proporcionan una autonomía de hasta 350 minutos. Casi seis horas de autonomía en uso que, por supuesto, son muchas más si el equipo entra en reposo. El bajo consumo de la CPU Haswell Intel Core i7-4700MQ (47W TDP) juega un papel fundamental en este aspecto. En un uso intensivo con juegos, obviamente, el consumo es más elevado. No obstante, pudimos olvidarnos de buscar una toma de corriente jugando con METRO Last Light y Call of Duty: Black Ops II durante tres horas, lo que no está nada mal. Hace un par de años, podías tener un portátil gaming y jugar a tope, algo más de 45 minutos… Con esta generación puedes tirarte tres horas jugando sin que apremie encontrar dónde enchufarlo.