Avance Discos ha anunciado que a finales del recién estrenado agosto, el día 29, llegará Chivalry Medieval Warfare en su edición física a las tiendas españolas. El juego de Torn Banner Studios es un título de acción centrado en el combate multijugador, como tantos juegos de acción bélicos se pueden encontrar por ahí, con la salvedad, como su nombre indica, de que es un slasher medieval en toda regla, en primera persona. Vamos, que aquí no hay armas de fuego ni granadas, sino hachas, espadas, arcos, ballestas, mazas y más.
Chivalry Medieval Warfare es algo así como un caos medieval total enfocado a la acción multijugador. Caos no porque sea complejo de jugar ni su acción tenga sentido, sino porque es como meterte de verdad en una batalla medieval –vale, nuestra referencia son las pelis y series como Juego de Tronos, lógicamente–, jugando en primera persona y dando espadazos, hachazos, mazazos y más «zos» que se te ocurran a todo lo que se cruce por delante.
La experiencia de juego invita a conquistar castillos, arrasar aldeas enemigas, librar batallas en una arena online, etc. con un máximo de 32 jugadores en la partida. Es violento, es cruel, es salvaje –las decapitaciones y amputaciones en tiempo real están a la orden del día– y no es, lógicamente, apto para espíritus sensibles. Aunque, claro, las batallas medievales nos da que no debían ser una reunión de amigos, precisamente, con las armas blancas como protagonistas.
En Chivalry Medieval Warfare, además de las armas –más de 60– y las armaduras, los protagonistas serán los soldados, con cuatro clases disponibles para elegir: man-at-arms, arquero, caballero y vanguardia. Cada una tiene una habilidad especial en el combate para que puedes escoger el que mejor se adapte a tus gustos, aunque la verdad es que la acción es bastante moldeable en este sentido, pues los golpeos, bloqueos, esquivas, etc. son bastante realistas en el sentido de que los controlas de verdad y no se limitan únicamente a animaciones prefijadas, en su mayoría.
Al tratarse de acción online, la coordinación de los jugadores que participen en cada equipo es un factor importante, y tanto en las defensas –con los calderos de pez hirviendo– como en los ataques –arietes, balistas, etc.– contra castillos es mejor no ir a lo loco, pese a lo salvaje y aparentemente caótico del combate.