El libro blanco del desarrollo español de videojuegos es un proyecto realizado por DEV –Asociación Española de Empresas Productoras y Desarrolladoras de Videojuegos y Software de Entretenimiento–, que analiza la situación actual de la industria en España y perfila el futuro a corto y medio plazo de la misma, anticipando datos como que en tres años su facturación se triplicará, o que la distribución física está más que estancada y la digital se dispara. Se presentará en Madrid el próximo día 22.
La industria española del videojuego en 2017 facturará el triple que ahora. Es el primer dato con que se da a conocer la presentación del Libro Blanco del Desarrollo Español de Videojuegos, que se presentará el día 22, y que contiene éste y otros datos de interés sobre la industria en nuestro país, tras meses de trabajo intenso en su realización por parte de DEV. y el patrocinio de U-tad y el ICEX.
Se hablará de cómo el videojuego se está convirtiendo en el motor de la economía digital en España, con datos de facturación en que se recogen un gran componente exportador, y cómo la distribución online es ya una apuesta definitiva del sector frente al modelo de videoconsolas (sic), cuyas ventas se han estancado a nivel internacional. También cómo es un sector en crecimiento con grandes posibilidades de creación de cempleo de alta cualificación.
En la presentación del libro blanco actuarán como ponentes Víctor Calvo-Sotelo, secretario de Estado de telecomunicaciones, María del Coriseo González-Izquierdo, consejera delegada de ICEX, e Ignacio Pérez-Dolset, presidente de DEV, y se desarrollará en la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información.
El hecho de que en estos eventos exista ya una representación oficial de estamentos del gobierno es una gran señal de la normalización del sector y de su aceptación como industria capaz de generar empleos, aunque aún sería mejor si no todo se centrara exclusivamente en el apartado económico, pero estamos seguro que de con el tiempo será algo que también ocurra. Y parece que, por fin, ya se está aceptando que la distribución digital –con sus ventajas e inconvenientes– es el futuro inevitable.
