Mission Control: NanoMech acaba de aparecer en el acceso anticipado de Steam. Se trata de un juego de acción y aventura futurista, ambientado en unas colonias de Marte, 50 años en el futuro, en el que debemos combatir una rebelión de robots, comandandos por la IA D-Brain, que se ha vuelto loca y amenaza las vidas de los colonos atrapados en una de las estaciones asentadas en el planeta rojo. Lo más notable del juego de Wisdom Tools es que usa conceptos reales de nanotecnología, supervisados por expertos en la materia, para resolver las situaciones a que nos hemos de enfrentar.
Dentro de 50 años las colonias en Marte serán una realidad, y la tecnología robótica y la IA será claves para ayudar en su funcionamiento y desarrollo. Pero, ¿qué pasaría si las máquinas se rebelaran? Una IA defectuosa, D-Brain, encargada de gestionar una fábrica en las colonias marcianas empieza a conspirar contra los humanos liderando a los robots, justo en el momento en que llegasa a realizar una entrega de materiales. Y con una tormenta de arena que está a punto de llegar, cortando las comunicaciones con las otras colonias, dispones de poco tiempo para salvar al resto de humanos atrapados en la fábrica. Ahí comienzan tus aventuras en Mission Control: NanoMech.
No todos los robots, sin embargo, son enemigos. Algunos aún obedecen órdenes de los humanos y te echan una mano, además de enseñarte cómo pueden ser mejorados gracias a la nanotecnología, igual que tu traje espacial. Los científicos atrapados en la fábrica también te echarán una mano, y conseguir todas estas mejoras y superar los distintos desafíos será posible gracias a la resolución de diversos puzles basados en esta tecnología.
Una de las características más llamativas de Mission Control: NanoMech es que se basa en ciencia real. De hecho, su desarrollo ha sido posible en parte gracias a la aportación de fondos de la National Science Foundation nortemericana y la misma NASA ha colaborado en la producción. La nanotecnología, la impresión 3D y otras tecnologías se encuentran presentes, de un modo u otro en el juego, lo que lo convierte en –casi– una herramienta científica de lo más original.
