Creo que todo el mundo, por delante del DRM, de los DLC y de los hackeos y caídas de servicio, estamos de acuerdo en que el mayor problema de los videojuegos multijugador online es que siempre te topas en alguna partida con mínimo un gilipollas. Siempre hay alguien que no coopera, que se dedica a hacer el estúpido o a molestar por el chat, fastidiando casi siempre la labor de equipo e impidiendo buena parte de la diversión que producen estos juegos.
League of Legends es un ejemplo clarísimo de todo esto, como buen juego gratuito con amplia popularidad, y Riot Games siempre intenta combatirlo como bien puede.
La última flamante idea que ha tenido el estudio para tratar de corregir el comportamiento de estos malos jugadores no es un castigo, sino un premio. Obviamente, esta bonificación no va destinada a los trolls y pesados sino a los jugadores con un comportamiento intachable: los que no han sido baneados, los que completan sus partidas religiosamente, ganen o pierdan, etc. ¿Qué quieren conseguir con esto en Riot? Que la balanza del comportamiento se incline hacia el positivo empezando por esos jugadores que tienen un comportamiento mixto.
Es un condicionamiento bastante sencillo, pero que podría ser efectivo: el buen jugador es recompensado con un buen premio, el jugador más o menos bueno empieza a portarse mejor y los malos jugadores empiezan a acercarse a este jugador medio bueno para ver si puede poco a poco conseguir esas bonificaciones.
Ahora queda por demostrar lo más importante: si esos premios por ser buena gente merecen realmente la pena a esos tipejos que disfrutan más tocando las narices que matando a gente. Al menos, parece que Riot Games no quiere rendirse y que busca métodos alternativos y originales para no perder jugadores a la vez que reconvierte a los problemáticos.