La supervivencia puede ser muy dura si llegas al mundo desnudo y con solo una roca para defenderte, de ahí que lo mismo la tienda de objetos que ahora tiene Rust pueda servir para ayudar a muchos jugadores y para enfurecer a otros tantos. Resulta que Valve ahora permite que los estudios y compañías presentes en su plataforma creen sus propias tiendas de objetos al margen de la Steam Workshop para vender los ítems que les parezca conveniente.
¿En qué se diferencian exactamente una tienda de un juego con el apartado de la Steam Workshop dedicado a él? Principalmente, en el dinero y en quién hace el objeto. En las tiendas ‘oficiales’ de los juegos, la idea es que el desarrollador genere un producto, lo venda y se lleve todo el dinero para él (aunque suponemos que Valve seguirá recibiendo un margen). En la Workshop, la venta de objetos está a disposición de cualquiera con capacidad de desarrollarlo, diseñarlo y venderlo, y el beneficio va para dicho autor, sea un jugador o la propia compañía.
Imaginamos que habrá cierta flexibilidad en los catálogos de las tiendas y que seguramente haya objetos de jugadores con el apoyo de las propias empresas, pero de momento así están las cosas.
Otro detalle interesante es que los objetos comprados en las tiendas oficiales no pueden revenderse ni intercambiarse hasta pasada una semana de su adquisición, de modo que así se evita una compraventa nociva y que los precios puedan aumentar o reducirse con respecto a lo que se paga en un primer momento.
No sabemos si esto funcionará bien o si estallará en las narices de Valve como lo hicieron los mods de pago, así que solo queda esperar para ver qué ocurre.