Las GeForce GTX 780 de NVIDIA, se lanzaron hace apenas unas semanas, a la estela del bombazo de la GTX TITAN, que si no lo ha sido como una tarjeta gráfica superventas, sí ha supuesto un enorme salto tecnológico. La GeForce GTX 780 sí es una tarjeta más dirigida al gran público dispuesto, pero a ese volumen de entusiastas dispuestos a hacer un desembolso considerable (algo más de 600 €) para contar con lo mejor. Como tope de gama de la serie 700, el rendimiento y tecnología de la GeForce GTX 780 se muestran, hasta ahora, incontestables. ¡Veamos de lo que es capaz!
Para empezar, echemos un vistazo al contexto comercial en el que ha sido lanzada la nueva serie de GPU de NVIDIA. En apenas año y medio, la evolución tecnológica en el ámbito de los gráficos de PC ha sido vertiginosa y casi tan significativa como en los últimos cinco años. Después del inesperado lanzamiento de la TITAN, buque insignia de la actual tecnología gráfica de NVIDIA, con el núcleo GK110, ahora nos llegan la serie 700 que hereda de aquella todos los avances introducidos y hasta incorpora alguno más. La GTX 780 es, de estas últimas, la más potente. Pero, ¿queda espacio en PC para otro amo del gallinero, para otro macho alfa de las gráficas? NVIDIA tiene claro que sí. Y de todos modos, los que no puedan permitírselo o no consideren tal inversión, pueden recurrir a los modelos GTX 770 y GTX 760, -por ahora y a la espera de las Ti- para equipar sus equipos con la tecnología más avanzada, o bien optar por modelos de la anterior serie o por los últimos modelos de gráficas de AMD en sus series 7000 u 8000, que si bien no están a la última, combinan un más que competente rendimiento y precios ajustados.
En nuestra agenda está analizar las GeForce GTX 770 y 760, así como agún equipo que incorpore las versiones de esta serie de GPU de NVIDIA para portátiles… Y por supuesto, estaremos atentos a cualquier eventual novedad de AMD en este ámbito.
GeForce GTX 780, heredera de la TITAN
Como es de esperar, la GeForce GTX 780 tiene mucho en común con la GTX TITAN. Ambas tarjetas de NVIDIA son casi idénticas a simple vista, a no ser que te fijes en los módulos de memoria adicionales que tiene la TITAN. También las dos están basadas en el núcleo GK110 fabricado en 28nm con un diseño PCB indistinguible y comparten, también, el mismo sistema de refrigeración. Para situar la GTX 780, puedes ponerla en contraste, entre la TITAN y su predecesora, la GTX 680 de la anterior generación. En comparación, -más lógica- con esta última, la gráfica que nos ocupa ofrece un 50% más de núcleos CUDA y otro 50% más de memoria y ancho de banda. En cambio, en contraste con la TITAN, la GTX 780 ofrece menos número de núcleos y la mitad de memoria. Todas ellas, no obstante, comparten el diseño básico de la arquitectura Kepler.
Arquitectura de la GPU GeForce 780
La GeForce GTX 780 cuenta con 12 canales de procesamiento activos, de los 15 que trabajan en la TITAN, lo que equivale a 2.304 núcleos CUDA. El bus de memoria queda intacto, con 384 bits. En su modelo de referencia, el que hemos puesto a prueba, la GTX 780 cuenta con 3 GB de memoria GDDR5. Y por supuesto, también se sirve de la tecnología NVIDIA Boost 2.0 introducida en la TITAN que permite un overcloking dinámico automatizado y que básicamente, aumenta la velocidad de ciclo de la GPU y el voltaje en función de las exigencias de proceso gráfico, optimizando, al mismo tiempo, el régimen de funcionamiento del sistema de refrigeración.