No es Maniac Mansion, oficialmente, pero casi, porque Thimbleweed Park es el sucesor espiritual –y estético– del juego que dio origen a la aventura gráfica moderna cuando LucasArts lo lanzó en el ya antediluviano 1987. Sí, han pasado casi 30 años, que se dice pronto, pero Ron Gilbert y Garry Winnick, papás de Maniac Mansion –o ese otro pequeño juego llamado The Secret of Monkey Island– han puesto patas arriba Kickstarter con su nuevo proyecto.
Pues sí, Ron, Garry y compañía. Viejos rockeros de la aventura. Pioneros de los nuevos géneros. Leyendas que deberían tener una estatua en cada parque público y rotonda, en lugar de esculturas «modennas». Vuelven, y lo hacen como mejor saben: apostando por la nostalgia y por dar una continuidad –espiritual, por aquello de los derechos– a Maniac Mansion con Thimbleweed Park. Cómo será la cosa que buscando recaudar 375.000 dólares en Kickstarter, en menos de dos días han conseguido casi la mitad.
Y es que sólo el nombre de los creadores y el aspecto de lo que quiere ser Thimbleweed Park han bastado para que miles de jugadores se hayan volcado con el proyecto. Pero es algo más que Maniac Mansion, pese al aspecto scuumeado de todo lo que se ve en el tráiler de Kickstarter –más abajo, más abajo está–. La trama del juego nos cuenta la historia de dos detectives por accidente que investigan la aparición de un cadaver en el río a las afueras de Thimbleweed Park, un lugar que en un tiempo era un boyante pueblo, con un estupendo hotel, un distrito de negocios brillante y la fábrica de almohadas más grande de su estado, pero que hoy da grimica y urticaria, y nadie sabe por qué sigue habitado.
Cinco personajes distintos cuyo control puedes intercambiar en cualquier momento –¿te suena?–, finales múltiples, horas y horas de aventura, son sólo algunas de las características de Thimbleweed Park. El resto las puedes encontrar en la página de Kickstarter. De momento, aquí te dejamos el prometido tráiler, a la espera de que se consiga el objetivo de financiación y el desarrollo se ponga en marcha. ¡Oh, aquellos días de las aventuras de LucasArts, que están a punto de volver!…