To End All Wars es la nueva apuesta de AGEod por la estrategia y un homenaje al centenario de la Primera Guerra Mundial. Un juego por turnos ambientado en la Gran Guerra que revive una de las contiendas más feroces que han asolado Europa, así como múltiples batallas históricas que definieron nuestro mundo, que quién sabe cómo sería si el resultado hubiera sido distinto. Un juego de esos en los que tampoco te vendría mal una lupa para contemplar con detalle todas las unidades, datos, regiones y facciones en liza, y en el que los obsesos del control total se encontrarán en su paraíso particular.
La Batalla de Tannenberg, en el frente oriental de Prusia, provocó la destrucción casi total del Segundo Ejército Ruso y el suicidio de su comandante, Samsonov. En el bando alemán, convirtió en leyenda a Hindenburg y demostró el que el movimiento rápido de tropas por tren se convertía en una ventaja táctica decisiva, probando que la tecnología –cualquier tecnología– podía inclinar la balanza de una guerra en favor de un bando u otro. Es el ejemplo que AGEod pone para presentar To End All Wars, y cómo estos detalles que recoge su juego pueden definir el desarrollo de una batalla.
To End All Wars va dirigido a los fans de la estrategia profunda en la que hay que contemplar cientos de datos, mapas, situaciones geoestratégicas y prever futuros movimientos, como si Europa fuera un inmenso tablero de ajedrez, antes de dar cualquier paso ni tomar decisiones. El juego abarca toda la Primera Guerra Mundial, de 1914 a 1918, desde la costa occidental de Europa hasta el Volga y Oriente Medio. Comprende más de 3000 regiones, hay más de 1600 líderes históricos presentes, más de 900 unidades diferentes de infantería, caballería, artillería, navales y aéreas. Hay que controlar producción, economía, investigación, diplomacia, rutas de abastecimiento, suministros, movimientos de tropas, trincheras y, por supuesto, tácticas y cadenas de mando. Un compendio, en fin, de lo que ha hecho grande a AGEod y Matrix Games, con un sentido de la estrategia no apto para novatos, pero que entusiasma a los generales más avezados.
